Detecta las señales
Si bien es una fortuna el contar con un trabajo estable, no hay que normalizar el hecho de que puede convertirse en lo contrario y en lugar de causar alegría y satisfacción, en ocasiones represente una carga muy pesada.
A continuación, te presentamos algunas señales para ayudarte a identificar si tu cansancio laboral va más allá de necesitar unas vacaciones y si lo que requieres es un cambio radical.
1. ¿Te sientes encadenado a tu área de trabajo?
Actualmente debido al crecimiento de puestos de trabajo de manera remota, muchas empresas no están respetando el horario laboral de sus colaboradores afectando directamente su vida personal y productividad. Algunas señales de este fenómeno son, por ejemplo, si después de tus días libres sientes que no has descansado o no te has alejado de la computadora y, literalmente trabajas hasta en tus sueños.
2. ¿Sin posibilidad de crecimiento?
Si bien no todas las áreas o puestos se prestan para un desarrollo, resulta muy desmotivador el sentirte estancado en una misma posición sin ninguna promoción que conlleve a un crecimiento de responsabilidades, de jerarquía y principalmente económico. Esta sensación se incrementa cuando observas ascender a tu alrededor a otras personas con puestos similares al tuyo y aún peor, con una menor productividad en su trabajo.
3. ¿Estás estresado o incluso quemado?
El estrés puede causar daños muy severos a la salud si no se trata correctamente. El tener demasiados pendientes, presión o fechas de entrega no debe ser sinónimo de pérdida de cabello, gastritis o cualquier otro efecto secundario derivado de la ansiedad laboral. Una señal de alerta es cuando el mismo estrés comienza a afectar la personalidad de las personas de manera negativa, dentro y fuera del trabajo.
4. ¿Un mal ambiente?
Este aspecto puede englobar diferentes vertientes que tengan como consecuencia el hacerte sentir incómodo: No encajar con los valores corporativos; una mala relación con tu jefe derivada de un liderazgo deficiente; acoso laboral y psicológico por parte de compañeros, subordinados, superiores o hasta directivos y, el enfrentamiento cotidiano con una dinámica de trabajo que no concuerda con tus conocimientos, criterio y/o experiencia.
5. ¿Te sientes desaprovechado?
Esta sensación también puede ser el resultado de varios factores. Uno de ellos es el estar encasillado en tareas que no corresponden a tu perfil y que te son delegadas por tu capacidad de resolverlas. Al mismo tiempo, el no sentirte valorado por tus logros y la carencia de retos, también están relacionados. Por último, el aburrimiento por deberes monótonos o el permanecer en un trabajo que no te llena por una necesidad económica, también afectan tu satisfacción personal y propician tu estancamiento profesional.
Ten en cuenta tus objetivos, prioridades, necesidades y posibilidades antes de tomar cualquier camino. Todo es un riesgo, el quedarte en un trabajo o el tomar la decisión de dejarlo. Sin embargo, no olvides que tu salud mental, física y emocional están por encima de cualquier empleo. ¡No hay nada más gratificante que ver tu esfuerzo y empeño recompensados como te lo mereces!
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